En terapia consideramos las crisis
como una oportunidad de mejorar nuestra vida y nosotros mismos. Es el
momento de vencer los temores que a
veces nos paralizan y reinventarnos,
abandonando lo que no nos sirve y
creativamente tomar impulso. Que ello sea posible dependerá en gran medida de
que tengamos ciertas actitudes ante la vida:
- Una visión ante la historia propia y común como un continuo que evoluciona y se trasforma y sobre la cual podemos influir.
- Asumir la responsabilidad de nuestras decisiones y no delegar en otros la solución de nuestros problemas.
- Tener consciencia de pertenencia y que nos permite compartir con otras personas el dolor, la tristeza o el miedo, en los momentos críticos.
Hoy más que nunca se hace importante
estas actitudes, cuando la crisis que nos envuelve va más allá de lo individual.
Ser conscientes de nuestro poder personal para trasformar lo que ya no nos
sirve, lo que no nos hace más grandes como individuos, sino más pequeños, lo
que nos aísla de lo que nos une, lo que
nos esclaviza frente a lo que nos
libera.
Hoy es un buen día para creer en nosotros, ser valientes y creativos, apoderarnos de nuestra historia, ante los que deciden por nosotros. Hoy es un
buen día, para conseguir un mundo más
digno para nosotros y nuestros hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario